El aljibe como sitio de auto-reconocimiento (gótico)
Résumé
Le présent article se propose de viser le cœur du courant post-moderne de « l’artivisme », bien connu dans le domaine des arts visuels ; son objectif étant de mettre en scène des événements littéraires. Cette pulsion contemporaine qui franchit les frontières pour aller à la rencontre d’un public potentiel se combine dans l’argumentaire étayé au fil de ces pages avec un versant différent lié à un sous-genre littéraire – qui a aujourd’hui de grandes répercussions populaires –, celui des récits d’horreur (reliés à l’ancien courant gothique), qui, chez certaines auteures actuelles, est exploité telle une estrade pour dénoncer les asymétries du système sexe-genre. Tel est le cas dans l’œuvre de Mariana Enriquez justement, dont l’obsession de raconter l’horrifique l’a métamorphosée en agente artistique aux yeux de ses fans (à grand renfort du spectaculaire et de la bande son). Ainsi, la réflexion suivante met en lumière ce que cette auteure prétend dépeindre à travers l’un de ses récits les plus concrets dans la sphère de la quête d’une personnalité féminine qui passe par une maturation lente pour atteindre sa subjectivité et dont la pierre de touche s’avère être un simple bateau-citerne, tel un accessoire (issu, ici, du courant gothique sud-américain). Le puits ainsi projeté en tant que pièce maîtresse dans la nouvelle éponyme en qualité d’item antique et porteur de légendes peut faire office de parangon à ce qui, dans les vieux récits anglais, étaient une porte condamnée ou un couloir labyrinthique. Via l’un ou l’autre de ces éléments, il s’agissait (il s’agit toujours) de constater la force avec laquelle une héroïne endormie dans le système sexe-genre ose exercer son droit de passage et de reconnaissance d’elle-même.
Mots-clés : artivismo; spectaculaire; fans; gothique; genre sexuel.
El presente artículo trata de tender un arco entre la postmoderna corriente del “artivismo”, conocido especialmente en las artes visuales, con la búsqueda de una puesta en espectáculo de hechos literarios. Esta pulsión contemporánea que sale a franquear las fronteras en el encuentro con un público posible se combina en la siguiente argumentación con otra veta diferente que tiene que ver con un subgénero literario –de gran repercusión popular hoy en día– como son los relatos de terror (conectados con la antigua corriente del gótico), que en algunas autoras actuales es explotado como plataforma para la crítica a las asimetrías del sistema sexo-género. Ello acontece en la obra de Mariana Enriquez, justamente, cuya obsesión por contar lo terrorífico la ha hecho devenir agente actoral frente a sus fans (con gran despliegue espectacular y banda de música). De este modo la reflexión siguiente se encamina a enfocar lo que esta autora pretende pintar a través de uno de sus relatos más concretos en la esfera de la búsqueda de una personalidad femenina que procede a una lenta maduración para alcanzar su subjetividad y cuya piedra de toque resulta ser un simple aljibe, como pieza de utilería (aquí del gótico sudamericano). El aljibe así catapultado a pieza clave en el cuento del mismo nombre, en tanto ítem antiguo y cargado de leyendas puede servir como parangón a lo que en los viejos relatos ingleses eran una puerta condenada o un pasillo laberíntico. En uno como en los otros elementos de lo que se trataba (y ahora se trata) es de la fuerza con que una heroína adormecida dentro del sistema sexo-género se atreve a ejercer su derecho de pasaje y reconocimiento de sí misma. Las páginas siguientes conjugan, entonces, un ejemplo paradigmático (el cuento “El aljibe”) como caso de lectura teatral y sonora frente a múltiples seguidores de Mariana Enriquez, quien se ha creado una fama de reina del relato terrorífico en la Argentina, a la vez que de portavoz de una cultura juvenil que no ha echado en saco roto los cuestionamientos a las injusticias de género.
Palabras claves: artivismo; espectáculo; fans; gótico; género sexual.